Edición: 2008
Sony BMG / Columbia
Country / Rock
Álbum número 27 en la carrera de Neil Diamond que contó con la producción de Rick Rubin, productor de Hip-Hop y Heavy Metal, quien ya le había dado un nuevo vigor a las carreras de Aerosmith y Johnny Cash. Rubin prácticamente obligó al artista a encariñarse de nuevo con su guitarra. Lo sentó en el estudio y lo puso a componer. Y el resultado es evidente: obligado a no respaldarse más en una gran banda, Diamond le tomó el gusto a eso de dedicarse a su verdadera profesión, a esa con la que se ganaba el pan antes de llenar el Greek Theater: componer grandes canciones. Desde la doliente «If I don’t see you again» en adelante, cada tema parece ser más emocionante que el anterior, reflejando en conjunto un "mapa" del alma del artista que -con 67 años al momento de grabar- supo volcar en las partituras todo lo bueno que siempre llevó dentro.
El disco le proporcionó a Neil su primer Nº 1 en los Estados Unidos en la lista de Billboard, con ventas que superaron las 200 mil copias sólo en su primera semana. Además también alcanzó el mismo puesto en Gran Bretaña y fue certificado como Disco de Platino. Para escuchar despacio, en silencio y, de ser posible, varias veces.
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